jueves, 10 de enero de 2008

Adonde van los deseos

Un deseo puede ser tan pequeño como un hámster o tan grande como la paz. En uno de los miles de globos que almacenó el famoso árbol del parque del Retiro durante esta Navidad leí: "Que en 2008 desaparezcan las migrañas". La salud nunca es un deseo cuestionable. Al ver la apretada piña multicolor pensé que que los anhelos no echarían a volar una vez liberados, que la gravedad se aprovecharía de los escapes de helio, pero el día de Reyes una ventolera acudió al rescate y llevó los globos adonde van los deseos: quizás a engancharse en la rama del desengaño, quizás a caer sobre el asfalto del olvido. Tal vez -por qué no- a ascender aprovechando la corriente térmica de la creencia en nosotros mismos.


Foto Jaime García
Texto Miguel Ángel Barroso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una fotografía muy original, y un comentario de esos que te ""llegan dentro".

Enhorabuena a los dos.

Miguel Muñiz dijo...

el anonimo me ha quitado las palabras...bonita foto y esperanzador comentario...