sábado, 5 de enero de 2008

Senegal

En la ciudad de Ziguinchor, en la Baja Casamance se trabaja sin descanso en la construcción de los para nosotros ya famosos cayucos, muchos se destinan a la pesca mientras otros tantos se decoran y se cargan de fetiches animistas con la esperanza de llegar a territorio español.
Junto a mi gran amigo Ousseynoun Gueye descubrí la realidad de la inmigración en Senegal durante todo el mes que estuve allí, gracias a él y al pueblo senegalés por abrirme sus corazones y demostrar que Senegal es el país de la Teranga


Foto Javier A. Villanueva Andreu

1 comentario:

Anónimo dijo...

bonita foto y bonita perspectiva...