A veces las manos son el espejo de toda una vida. Esas manos octogenarias que parecen que aún escriben esos 12 cuentos de hadas (Los doce Cuentos maravillosos), uno de cual (Los nenúfares indios) conseguiría su propio pabellón en el parque de tema Eftling (Holanda) en 1966
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